Experiencia de cliente

La experiencia del cliente (en inglés: customer experience, abreviado CE o CX) es el producto de las percepciones de un cliente después de interactuar racional, física, emocional y/o psicológicamente con cualquier parte de una empresa. Esta percepción afecta los comportamientos del cliente y genera recuerdos que impulsan la lealtad y afectan el valor económico que genera una organización. Además, la experiencia del cliente no solo puede ser pensada desde la perspectiva del usuario del bien o servicio, si no también desde la perspectiva de servicios públicos como el transporte.[1]

Alcanza a todas las interacciones desde la atracción y el interés que generó el marketing, el descubrimiento, la compra, el uso, el servicio al cliente y hasta la baja, sin importar el canal por el que ocurran. Su alcance es integrador, uniendo al negocio en torno a la visión del cliente.[2]

En los últimos tiempos, la gestión de la experiencia de cliente se ha constituido en una estrategia de diferenciación competitiva, una verdadera disciplina que va más allá de la satisfacción del cliente y la calidad de servicio.[3]​ Se trata de entender, diseñar y gestionar las interacciones con clientes para influir sobre las percepciones que éstos tienen, buscando incrementar su satisfacción, lealtad y apoyo.

Para ello, es preciso definir una estrategia de experiencia de cliente, definiendo la cultura empresarial con base en valores, creencias y comportamientos centrados en pensar como el cliente en lugar de pensar únicamente en el cliente.[3][4]​ Del mismo modo se debe tener una estructura de gobierno clara, delimitando responsabilidades, decisores, trazabilidad, paquetes de compensación y modelos de recompensa, diseñando y orientando los procesos de negocio para ofrecer el máximo valor al cliente.

El modelo de negocio que trabaja la experiencia de cliente de una forma estructural, es el conocido por "Customer Centric". Un modelo bastante utilizado en los EE. UU. al haber sido popularizado por grandes marcas como Amazon o Starbucks. Se trata de poner al cliente en el centro de las decisiones, para idear desde su punto de vista y de esta forma mejorar su experiencia progresivamente. Las empresas centradas en el cliente no venden solo un producto o un servicio, entregan experiencias positivas de forma consistente, para vincular a sus clientes a otro nivel. Esta vinculación se traduce en resultados, por un mayor volumen de ventas y el efecto de la recomendación.

  1. Rincon‐Novoa, Jeisson; Rojas‐Berrio, Sandra; Robayo‐Pinzon, Oscar (2022-03). «Citizen experience in public transport: A systematic review and future research agenda». International Journal of Consumer Studies (en inglés) 46 (2): 540-557. ISSN 1470-6423. doi:10.1111/ijcs.12699. Consultado el 1 de junio de 2022. 
  2. «Customer Journey: Cómo transformar la experiencia… y la organización - En el Mundo Real». 
  3. a b «Customer Service Strategies» (en inglés). 
  4. «Experiencia de Cliente». Think&Sell. 

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